Pon un tiburón en tu vida y en tu empresa
A los japoneses siempre les ha gustado el pescado fresco, pero en las últimas décadas las aguas cercanas a Japón no han sido muy ricas en peces. Así que para alimentar a la población japonesa se fabricaron barcos pesqueros más grandes que pudieran ir más lejos, mar adentro. Pero esos barcos necesitaban tiempo para regresar y el pescado perdía su frescura. ¿Sabes cómo resolvieron el problema?
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Para resolver el problema, las compañías instalaron congeladores en los barcos pesqueros. Sin embargo los japoneses podían percibir la diferencia entre el pescado congelado y el fresco; el pescado congelado no gustaba y tenía que venderse más barato.
Para solucionarlo, instalaron en los barcos unos tanques de agua en los que transportar el pescado vivo hasta llegar al puerto, pero los consumidores japoneses también notaron la diferencia, porque los peces dejaban de moverse, habían perdido su frescura.
¿Cómo resolvieron el problema?
Introduciendo un pequeño tiburón junto a los peces. El tiburón se comía algunos peces, pero el desafío por permanecer vivos les obligaba a seguir luchando por su supervivencia dentro del tanque.
En nuestra sociedad, en las empresas, el tiburón representa la adversidad, pero también una gran oportunidad de crecimiento y superación.